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Un vino blanco de Mendoza tiene que representar las características del suelo y del clima de la región, y poner en valor las tradiciones locales. Por eso en Altos Las Hormigas eligieron tres variedades blancas típicas de Mendoza para este vino de corte: Semillón, Chenin Blanc y Pedro Giménez. Posee un vivaz color amarillo verdoso con reflejos dorados. Expresivo en nariz, en una primera aproximación se perciben los aromas frutados a ananá, durazno blanco y damasco. A medida que el vino se abre, aparecen las notas cítricas y florales, especialmente  azahar. La fruta llena la boca con una acidez vibrante y fresca, donde destacan las notas cítricas, jengibre y sutiles notas minerales. Tiene un volumen medio y una sensación de boca persistente y sabrosa.

34% Semillón, 33% Chenin Blanc, 33% Pedro Giménez

Cosecha manual. Las variedades se elaboraron por separado, utilizando diferentes procesos. Un porcentaje se elaboró de manera tradicional, mientras que una parte de las uvas fermentaron con pieles y otra con hasta un 40% de escobajo. Todas las variedades del corte fermentaron con levaduras indígenas en piletas de concreto. La fermentación maloláctica ocurrió en las mismas piletas. Criado 6 meses en cubas de concreto. Sin paso por roble.

Región Paraje Altamira y San Carlos, Valle de Uco, Mendoza, Argentina.

Cuando en 1996 el primer viñedo de la Bodega Altos Las Hormigas fue plantado, los trabajadores se enfrentaron a un duro altercado con las colonias de hormigas locales. Al buscar maneras naturales para desviar su atención y no eliminarlas, los trabajadores comentaban que las hormigas eran las «verdaderas» propietarias del lugar. Así nace el nombre de la  bodega. Hoy la «hormiga» significa el trabajo duro, el juego en equipo, un símbolo y un amuleto de buena suerte. Por otra parte, «un trabajo de hormigas» es la frase argentina usada para describir un trabajo humilde, paciente y prolongado. Altos Las Hormigas es el proyecto ítalo-chileno de Antonio Morescalchi, Alberto Antonini, Attilio Pagli, Pedro Parra, Albert Cussen, Pedro Donoso y Patricio Bustamante en el corazón de Mendoza, inicialmente en Luján de Cuyo donde tienen la bodega y 211 hectáreas de tierra donde sembraron 47 hectáreas de Malbec entre 1996 y 2012 y otras seis hectáreas de Bonarda en el 2007. Posteriormente sembraron 54 hectáreas en Altamira en el Valle de Uco con otras variedades para mantener la biodiversidad.

Altos Las Hormigas Blanco Blend

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Un vino blanco de Mendoza tiene que representar las características del suelo y del clima de la región, y poner en valor las tradiciones locales. Por eso en Altos Las Hormigas eligieron tres variedades blancas típicas de Mendoza para este vino de corte: Semillón, Chenin Blanc y Pedro Giménez. Posee un vivaz color amarillo verdoso con reflejos dorados. Expresivo en nariz, en una primera aproximación se perciben los aromas frutados a ananá, durazno blanco y damasco. A medida que el vino se abre, aparecen las notas cítricas y florales, especialmente  azahar. La fruta llena la boca con una acidez vibrante y fresca, donde destacan las notas cítricas, jengibre y sutiles notas minerales. Tiene un volumen medio y una sensación de boca persistente y sabrosa.

34% Semillón, 33% Chenin Blanc, 33% Pedro Giménez

Cosecha manual. Las variedades se elaboraron por separado, utilizando diferentes procesos. Un porcentaje se elaboró de manera tradicional, mientras que una parte de las uvas fermentaron con pieles y otra con hasta un 40% de escobajo. Todas las variedades del corte fermentaron con levaduras indígenas en piletas de concreto. La fermentación maloláctica ocurrió en las mismas piletas. Criado 6 meses en cubas de concreto. Sin paso por roble.

Región Paraje Altamira y San Carlos, Valle de Uco, Mendoza, Argentina.

Cuando en 1996 el primer viñedo de la Bodega Altos Las Hormigas fue plantado, los trabajadores se enfrentaron a un duro altercado con las colonias de hormigas locales. Al buscar maneras naturales para desviar su atención y no eliminarlas, los trabajadores comentaban que las hormigas eran las «verdaderas» propietarias del lugar. Así nace el nombre de la  bodega. Hoy la «hormiga» significa el trabajo duro, el juego en equipo, un símbolo y un amuleto de buena suerte. Por otra parte, «un trabajo de hormigas» es la frase argentina usada para describir un trabajo humilde, paciente y prolongado. Altos Las Hormigas es el proyecto ítalo-chileno de Antonio Morescalchi, Alberto Antonini, Attilio Pagli, Pedro Parra, Albert Cussen, Pedro Donoso y Patricio Bustamante en el corazón de Mendoza, inicialmente en Luján de Cuyo donde tienen la bodega y 211 hectáreas de tierra donde sembraron 47 hectáreas de Malbec entre 1996 y 2012 y otras seis hectáreas de Bonarda en el 2007. Posteriormente sembraron 54 hectáreas en Altamira en el Valle de Uco con otras variedades para mantener la biodiversidad.