En la búsqueda de Altos Las Hormigas por rescatar la identidad y las técnicas ancestrales de elaboración de vino, encontraron un pequeño cuartel de viñedo en la zona de Alto Agrelo, Luján de Cuyo, con el perfil ideal para elaborar un vino estilo “Clarete”. Durante siglos éste fue el estilo del Cabernet Sauvignon: fluido y sabroso, más textura que peso. Cloud es un vino ágil y muy bebible. Posee un color rojo rubí, con tintes color rojo guinda. En nariz, la intensidad aromática es alta, con notas de pimienta blanca, arándano, cassis, ciruela, pólvora, rosas y té rojo. En boca tiene una gran entrada, frutada, con un paladar medio con mucha textura y taninos jugosos. El final es largo y con una nota muy marcada de pimienta rosa.
 
100% Cabernet Sauvignon

Cosecha manual. Cosecha temprana. Uso de mesa de selección para clasificación de racimos. Fermentación en piletas de concreto durante 7 días, con un 30% de racimo entero con levaduras nativas. Luego fue prensado, para continuar la fermentación sin las pieles. La temperatura durante todo el proceso fue de 22º C. Crianza en piletas de concreto por un mínimo de 6 meses. Sin paso por roble.

Región Alto Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina.

Cuando en 1996 el primer viñedo de la Bodega Altos Las Hormigas fue plantado, los trabajadores se enfrentaron a un duro altercado con las colonias de hormigas locales. Al buscar maneras naturales para desviar su atención y no eliminarlas, los trabajadores comentaban que las hormigas eran las «verdaderas» propietarias del lugar. Así nace el nombre de la  bodega. Hoy la «hormiga» significa el trabajo duro, el juego en equipo, un símbolo y un amuleto de buena suerte. Por otra parte, «un trabajo de hormigas» es la frase argentina usada para describir un trabajo humilde, paciente y prolongado. Altos Las Hormigas es el proyecto ítalo-chileno de Antonio Morescalchi, Alberto Antonini, Attilio Pagli, Pedro Parra, Albert Cussen, Pedro Donoso y Patricio Bustamante en el corazón de Mendoza, inicialmente en Luján de Cuyo donde tienen la bodega y 211 hectáreas de tierra donde sembraron 47 hectáreas de Malbec entre 1996 y 2012 y otras seis hectáreas de Bonarda en el 2007. Posteriormente sembraron 54 hectáreas en Altamira en el Valle de Uco con otras variedades para mantener la biodiversidad.